
1. Deja de tenerles rencor. – Los rencores son un
desperdicio de perfecta felicidad.
2. Deja de quejarte sobre ellos. - En su lugar, utiliza tu
tiempo y energía para hacer algo al respecto.
3. Deja de insinuarles lo que no les dices. - La gente no
puede leer la mente. Comunícate eficazmente y con regularidad.
4. Deja de creer que todo es sobre ti. - El mundo gira
alrededor del sol, no de ti. Tómate un momento para reconocer esto como una
verdad.
5. Deja de mentirles. - A largo plazo, la verdad siempre se
revela. O tú eres dueño de tus acciones o tus acciones terminarán siendo dueños
de ti.
6. Deja de culparlos. - Culpar a los demás no sirve de nada.
O tú controlas tus problemas o ellos te controlarán a ti. Es tu elección. Cuando
culpas a los demás por lo que te está pasando, estás negando tu responsabilidad
– estás renunciando al poder de esa parte de tu vida, y molestas a todos a tu
alrededor en el proceso.
7. Deja de dudar. - Si piensas que algo no se puede lograr,
probablemente tengas razón. Pero no dejes que tus dudas interfieran con los
sueños de las otras personas. Recuerda, el que dice que no se puede hacer algo,
no debe interrumpir al que lo está haciendo. (Lee Unstoppable)
8. Deja de interrumpir. - Corregir a alguien cuando están
descaradamente mal es una cosa, pero no interpongas tus opiniones todo el
tiempo.
9. Deja de ser egoísta. - Tú consigues lo que pones en una
relación. Nada menos, nada más.
10. Deja de juzgar. - Todo el mundo está luchando su propia
y única guerra. Tú no tienes ni idea de lo que les está pasando, al igual que
ellos no tienen ni idea de lo que está pasando a ti.
11. Deja de chismosear. – Chismosear sobre los demás es una
situación perder/perder. Los lastima, y luego lastima tu reputación.
12. Deja de hacerles promesas que no puedas cumplir. - No
sobre-prometas. Sobre-cumple todo lo que hagas.
13. Deja de estar a la defensiva. - Sólo porque alguien vea
algo diferente de lo que tú ves, no significa que alguno de los dos esté
equivocado. Mantén una mente abierta. Una mente abierta descubre grandes cosas.
14. Deja de compararlos con otras personas. - No hay dos
personas iguales. Cada uno tiene sus propias fortalezas. Nosotros sólo estamos
compitiendo contra nosotros mismos.
15. Deja de esperar que sean perfectos. - ‘Perfecto’ es el
enemigo de ‘bueno’. Y un “Bueno” genuino es difícil de encontrar en este mundo.
No te olvides de él.
16. Deja de tratar de ser todo para todos. - Es imposible.
Sin embargo, hacer a una persona sonreír puede cambiar el mundo. Tal vez no
todo el mundo, pero sí su mundo.
17. Deja de hacer una montaña de un grano de arena. - La
gente comete errores. M****** pasan. No hay razón para estresarte ni estresar a
todos a tu alrededor debido a ello. Una forma de comprobar si algo vale la pena
que sea reflexionando es haciéndose la siguiente pregunta: “¿Importará dentro
de un año?” Si no, entonces no vale la pena preocuparse por ello.
18. Deja de ser dramático. - Mantente fuera del drama de los
demás y no crees innecesariamente el tuyo propio.
19. Deja de darles consejos, y simplemente escúchalos. –
Menos consejos es a menudo el mejor consejo. La gente no necesita un montón de
consejos, ellos necesitan un oído atento y un refuerzo positivo. Lo que quieren
saber ya está en algún lugar dentro de ellos.
Y recuerda, tu relación contigo mismo es la relación más
cercana y más importante que tendrás siempre. Así que préstale atención,
desarróllala, cultívala, y nunca te detengas.
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